Te acuerdes de mí
"...Desvísteme
Y en la humedad que guardas por ahí
Mójame y dame de beber
Que estoy por está sed, a punto de morir…"
No es facil regresar al lugar dónde fuiste feliz y menos cuando ha pasado tanto tiempo, era como dar un viaje en el tiempo, las calles seguian igual, había un mundo de gente y también demasiados autos, algunas casas habían cambiado pero otras tantas no, incluso una todavía tenía ese vocho estacionado frente a la cochera, seguí caminando hacía ese tianguis qe iba cuando era niño y me vino ese recuerdo con el uniforme del colegio mi madre regañandome porque no me había cambiado de ropa y yo feliz con un billete de veinte pesos para comprar algún juguete.
Ya de regreso a casa me lleve una sorpresa, iba hablando conmigo mismo de esas platicas que suelo tener en dónde mis pensamientos se van a mi boca y los exteriorizo con la voz cuando de pronto una persona me toma del hombro, yo pensé en reaccionar dando un golpe pero al voltear vi que era una mujer, mas o menos de mi edad, cabello lacio, 1.65 de estatura, unos 60 kg de peso, del rostro se me hizo muy bonita pero había algo se me hacía conocida, me le quede viendo y ella solamente dijo “hola, ¿te puedes bajar el cubrebocas?” si ya sé, yo también me quedé pasmado, no supe que decir pero creo que moví mis cejas de forma extraña porque ella de inmedito dijo “si, ¿te puedes bajar el cubrebocas? es que ahorita te escuché hablar y tu voz se me hizo muy conocida” acto seguido me bajé el cubrebocas y solamente dije “¿en serio? también te me haces conocida pero no logro recordar de dónde” después ella esbozo una sonrisa, era muy linda su sonrisa y también se ruborizo, de inmedito dijo “íbamos juntos en la primaria ¿recuerdas? vives ahí dónde esta estacionado ese auto negro”, en eso en mi mente se hizo el click de la información, ella se llamaba Valentina, fuimos juntos en la primaria, fue a la que le di mi primer beso, me casé 3 años consecutivos con ella en las kermés,después ella se cambio de escuela pero en una ocasión me la encontré en un billar cuando iba en segundo año de la profesional, yo andaba un poco bebido y al verla la besé, ella me correspondio el beso y esa noche se la paso hablandome de las constelaciones, de agujeros negros y telescopios y demás, yo solo buscaba un momento para robarle uno que otro beso, pero después ya no volvimos a coincidir.
Esa tarde fue extraña pero buena le invité a ir a por una cerveza a un bar y ella acepto, se veía muy entusisamada y eso se me hacía extraño, pareciera que nos conociamos de toda la vida, ahora yo ya conocía un poco mas de constelaciones, planetas y demás, incluso le enseñé fotos de mis telescopios, ella se emocionó demasiado, aunque me confesó que había dejado eso, había estudiado turismo y se había ido a radicar a dos paises y al volver se había ido a la riviera maya a vivir, venía de visita a ver a sus padres. En la charla nos sentiamos comodos e incluso en un momento me dijo “desde que supe que me iba a casar te has aparecido en mis sueños, en ese primer beso que nos dimos en el patio del colegio y también el dia del billar -hizo una pausa- ¿no me crees verdad?” en eso me puso un audio dónde le preguntaba a su mamá sobre el vecino de la voz fuerte que vivía en la siguiente calle, diciendole que había estado soñando con él, en verdad me sentí extraño, si bien yo no la había soñado es mas ni me acordaba de ella pero no podía decirle eso así que le dije una mentira piadosa "sabés, yo vine porque tiene unos meses que sueño que te encuentro justo a fuera de la casa de tus padres" en ese momento solo sentí un beso, un beso riquísimo, un beso de esos que sientes que lo estabas esperando toda la vida.
No sé cuántos besos fueron, ni cuántas cervezas desfilaron antes de terminar en la cama de un motel, estaba yo dormido abrazándola cuando nos despertó su celular con una llamada, era su prometido y ella se iba a para de la cama, yo la detuve y le hice señas que me iba a mantener callado, ella empezó a hablar con su prometido y empecé a hacerle cariciasz cada vez iba subiendo más de tono hasta que ella dijo "te dejó amor que estoy por acabar… la rutina del gimnasio" al colgar solamente nos volvimos a entregar al pecado, ella no paraba de verme con esos ojos color miel, me veía como con ojos de amor pero era imposible, tenía tanto que no nos veíamos ni nos conocíamos en verdad, en eso y con una sonrisa muy tímida me dijo "eres muy perverso, eso de hacerme venir mientras hablo con mi novio no me lo esperaba" no perdí oportunidad y dije aquella frase que me dijo aquella mina que me partió el corazón hace algunos ayeres "es para que cuando te toques antes de dormir, te acuerdes de mí"...
Y el novio tan feliz...
ResponderBorrarY si, "ojos qué no ven, corazón qué no siente".
BorrarUn fuerte abrazo.
A veces nos parten el corazón, otras lo partimos... a veces pienso que no podemos vivir sin que nos hagan daño y sin hacerlo...y nunca vuelvo a los lugares donde creí ser feliz, allí ya no queda nada para mi.
ResponderBorrarEs muy complicado poder vivir sin dañar y sin hacernos daño, créeme qué algún día voy a aplicar esa de volver a los lugares donde creí ser feliz, me cuesta trabajo y siempre termino regresando a los lugares donde fui feliz.
BorrarTe dejo un abrazo fuerte.
que maravilla de texto
ResponderBorrarbeso
Un gusto tenerte por acá.
BorrarTe dejo un abrazo de agradecimiento.
Me gustan estas historias que ni tienen final, simplemente la vida sigue...
ResponderBorrarSaludos
Ya sé, esas historias son de las que siguen no importa si pasan 3 días o diez años pero la historia continúa.
BorrarTe dejo un abrazo.