Desbloqueando recuerdos 7
“…en la puerta está la piba,
Está un poco mejor que él,
Con sus dos tetas lo mira,
No soy yo quien vos queres,
No te quemes la cabeza por un poco de placer…”
Fue
extraño como llegamos a ese lugar, andábamos en otro estado a 8 horas de
distancia y con mis padres decidimos ir para allá con el pretexto de “no conocemos ese lugar”, era extraño, yo
esperaba ver fiesta, bandas por doquier y un sinfín de cosas pero no pasó así,
recuerdo bien la primera noche cuando deje a mis papás al hotel les dije “voy por una cerveza ahorita vengo”, tome
las llaves de la camioneta y fui al malecón, estaba escribiendo mientras veía
como la luna se reflejaba en el mar, no recuerdo bien que era lo que escribía
pero supongo que de “la mina y el chaval”, te acercaste a pedirme un cigarro y
te lo di, después te sentaste a un lado de mí, yo no me había dado cuenta hasta
que me dijiste “se ve bonita la luna,
creo que nunca me había puesto a verla”, ahí te ofrecí una cerveza, traía
un seis de cerveza en una bolsa con hielos, me dijiste que venías con una amiga
y que eras de un municipio de ahí cerca, yo te dije que venía con mis padres y
recuerdo que me sentí extraño cuando dijiste “si te vi hace rato cuando caminaban por aquí”, compartimos cerveza,
cigarros y charla, después nos dimos un beso, no entiendo cómo fue, creo que
fuiste tú la que me lo diste, cuando acorde estábamos en la playa con caricias
prohibidas, tu amiga te dijo algo y fue cuando reaccionaste, me dijiste que si
seguíamos bebiendo en tu hotel y te dije que sí, creo que fue por la calentura
que tenía en el momento pero después de esa noche nos veíamos religiosamente
por las noches, me despertabas a las 5 am en la cama diciéndome “te tienes que ir, tus papás te esperan”
era extraño despertarme con esas palabras, fuimos como esa antítesis del amor
que describe Armando rosas en su canción del mismo nombre que sobra decir que
adoptamos la canción como nuestra, nunca hubo un te quiero, ni un te amo, ni
promesas de nada, no intercambiamos números, lo único que intercambiamos fueron
besos, caricias, fluidos, platicas viendo la luna, no te pregunté si tenías
pareja, pero si me dijiste que te daba una hueva terrible leer, fue algo tan
extraño pero tan rico que solo resta recordar, recuerdo la última noche que
pasamos juntos solamente dijiste “ojala
algún día nos volvamos a encontrar, pero que no sea pronto porque ahorita tengo
novio y leía lo que escribías siempre y creo que también estas enamorado.”
Comentarios
Publicar un comentario
Recuerda que todo es en singular...