Lo que pienso mientras me preparo un café en la cafetera
No miento, me he pillado mas de
un par de veces pensando en ti mientras me preparo el café, ese ritual que
tengo para abrir la lata de ese café chiapaneco, me quedo unos segundos sintiendo
el aroma a tostado, esto mientras escucho y tarareo “el Faro” de Oceransky, después
encajo la cuchara y voy vaciando poco a poco, como si quisiera que no acabara
nunca de servir, termino de servir y vierto el agua, reviso que todo este
correcto y mientras canto “no dudes, siempre navegar contra corriente, vuelve
fuerte, si no pierdes el faro que esta al final” enciendo la cafetera, me
quedo observando como niño cuando mete algo al horno de microondas, de pronto
empieza a hacer un ruido que es inconfundible, es aquel ruido que si hablara diría
algo como “empezamos a hacer su café, favor de esperar unos momentos atento”,
pero no dice nada, en cuanto empieza a mezclarse el agua caliente con el café y
empieza a caer el agua con el café ya disuelto empiezo a pensar en ti, empiezo
con esas preguntas tipo: ¿Qué pasaría si estuvieras conmigo ahorita? Te imagino
diciéndome “te he extrañado” mientras me regalas una de tus sonrisas
hermosas, esa sonrisa que se forma con tus hoyuelos en los cachetes. , y yo
solamente sonrió y te respondo “pues estoy preparando un café para hacer mas
amena la espera de este momento y debo de confesarte que también te he extrañado
muchísimo”; todo esto sucede mientras sigo observando como se va llenando
ese recipiente de cristal, me alcanzo a despertar de mi sueño despierto con ese
gran aroma que despide ese café, y aunque estoy feliz porque mi café esta
listo, me siento melancólico al saber que no estas aquí, aunque ese “te he
extrañado” mi mente lo recrea y suena a tu voz pero no, no estás aquí, no estás
aquí con esa sonrisa que muestra tus hoyuelos, que ah decir verdad creo que se
marca mas el derecho que el izquierdo, pero no estas, me enojo un poco y vierto
el café del recipiente de vidrio a mi termo, le doy un sorbo, ese sorbo que me
encabrona porque hace ruido pero si no lo hago corro el riesgo de quemarme la
boca, me doy cuenta que esta en el punto, tal cual como buscaba que quedará, después
pienso que es muy improbable que suceda lo contrario ya que siempre hago lo
mismo, utilizo la misma marca de agua, utilizo la misma marca de café, utilizo
la misma cuchara, no entiendo el motivo por el cual pienso que va a saber
diferente.
Desconecto la cafetera, quito el filtro,
y le tiro los restos de ese café que me acaban de hacer tan feliz, después lo
lavo y dejo que se seque, hago lo mismo con el envase de vidrio y por fin le
doy un trago a mi café, después canto “levántate, que ya han pasado de las
6, que mientras te bañas, te hare un pan tostado y un café”… siento el café
pasar por mi garganta y solo digo en voz baja, te extraño…
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