Notas de un clochard 4...


Te recuerdo tan bien llegando a esa estación de autobús aquella primera vez, yo tan despistado y tu tan radiante, tan como siempre...
Justo así deseaba en el fondo que fuese de nuevo, pero esta vez era diferente, no sabia si aun sabias de mi existencia, de los mas de cien motivos para sentirnos vivos, si para ese entonces después de esos 6 meses habías dictado el juicio y deliberado la sentencia, no sabía si esa sentencia era tendencia a favor... o en contra quizá...
Así que me envalentone (en gran medida por el wiskhy que bebía y guardaba oculto en el traje) sin dejar que los ladridos de remordimientos me mintieran en la frente con un "Ya no Te Amo", me había cansado de rogarle a la almohada ese "sal de allí y ven aquí" ese tan honesto "Te extraño", por que para ese entonces la voz del móvil diciendo "Número fuera de servicio" me desquiciaba el juicio perdiéndome en el vicio...
Pero entonces, ya en ese entonces iba completamente decidido, tan decidido como la vez que me convenciste con solo la mirada a dejarte ser parte de mi, decidido como al plasmar nuestro compromiso aún mas profundo en la piel mientras decías "Yo seré tu guía y tu me sostendrás", tan decidido como cuando tomaste mi mano y sin pensarlo (por que no había nada que pensar) camine junto a ti deseando que fuese así cada día de mi vida y así estaba yo, así estaba yo sin ti, pensando "No imagino el Universo sin ti", por que sabías bien que esta es la frase que susurraba a tu oído cada noche y entonces proseguí a buscarte.
Yo bien sabía donde vivías, conocía a tu familia y aunque tu no a la mía, ni completamente mi pasado, siempre ame que me aceptaras tal cual era yo, yo sin alas, por que había renunciado a volar por ti (y eso ni siquiera lo sabías), yo sin mi antigua vida errante, sin ser el malo, el druggo, el bukanero, el inmigrante refugiado en el arte...
Pero mi decisión me llamaba con tu voz, tu voz dulce y soprano a volver a ti, tu voz con eterno eco en mi, tu voz con soltura y alegría de melodía elocuente, expectante y de gracia incomparable, así que entonces proseguí...
Prosegui a volver directo hasta ti, entre decidir si caminar, tomar taxi o el bus, entonces caminé, camine hasta llegar al jardín Zenea y soltarme a llorar y gritarle al Mundo: Donde estás... No quería ser una pagina mas de tu historia, un círculo sin sol, neblina que se esfuma, una llamada mas sin contestación, un contigo y un sin ti tan agrio y amargo, un temblor sin nadie en cuenta y sin escala de medición, una estrella estrellada muerta hace años luz y mucho menos un motivo sin motivación, no quería nada de eso, nada, nunca nada de eso, aunque bien sabia que sin ti eso de "nada" nada era... Por que nada soy yo sin ti...
Todo esto parecía ser lo mas adverso a mi sentir, tan trágico y desorbital, pero en verdad te echaba de menos y es por eso qué proseguía y proseguía por ser tu mi destino y en ese seguir tal cual ansias de cumplir en promesa el sacramento de escucharte decir a viva voz ese "Aun te quiero"...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Olvídate de mí

Lo sabía

Quizás ahora si pueda cumplir mi venganza