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¿ya sabes quién es el amor de la vida de tu padre?


…otros vendrán y me dirán que te marchaste,
Que te cansaste ya de esperar,
Vértigo que el mundo paré,
Que corto se me ha hecho el viaje…”

Después de despertarme y tener ese sabor ferroso en la boca solo daba una respuesta, había tomado ese vino tinto que tanto me gustaba por su dulzura, ese vino tinto de Cuatro Ciénegas Coahuila llamado “Sangre de Cristo”, ¿Por qué lo había hecho? Pff es complicado decirlo, mi hijo me había hecho una pregunta hace varios años, la pregunta fue “¿Quién fue el amor de tu vida papá?”, claramente yo le respondí “tu madre, por eso seguimos estando juntos”, pero ahora casi 8 años después, ya divorciado y mi hijo ya teniendo unos varios amoríos, me volvió a hacer la misma pregunta “pa´ ¿Quién fue el amor de tu vida? Ahora ya no estas con mi madre” no sé si la respuesta de mi hijo era con jiribilla o si ya presentía algo, un día antes había ido a recoger a mi hijo a la casa de un amigo de él, mi ex esposa me marcó para decirme “no puedo controlarlo ya, se está embriagando toda la semana, ve si puedes ayudarlo”, me enfurecí un poco porque en el juzgado un par de años atrás me había dicho hasta de lo que me iba a morir, me habían arrebatado parte de mi salario para poderlo ver ciertos días al año, pero ahora era distinto, quise ayudarlo, quizás era un lio de faldas, lo entendí, ese día pase por él, lejos de regañarlo lo invite a unos tacos, traía yo un par de maletas con su ropa en la cajuela del auto, su madre siempre había dicho que lo había consentido demasiado, llegamos a casa, le hice un té de menta y le dije que se lo tomará antes de dormir, él lo hizo sin rechistar, en la taquería se había tomado un par de cervezas más, al otro día tenia partido, así que esperé a que se durmiera y acomodé mis cosas del partido y puse mi alarma a las 7 am.

Al despertar vi que dormía como si tuviera tiempo de no descansar, no quise despertarlo, me fui al partido a las 7:15 y volví a las 11 am, él seguía durmiendo, me di un baño y a las 12 del día, fue cuando el despertó, quizás esperaba que lo regañará pero no, no lo hice, solo le pregunte “¿Tienes hambre?”, él con un gesto dijo que si, fuimos a una birria que me llevaba mi papá y que desde los 8 años era mi preferida, se sintió un poco mejor porque pidió una cerveza, pero me pidió permiso antes, después volvimos a casa y le dije “¿tienes plan para hoy?, te vas a quedar unos días en casa”, y él dijo que no, le dije que íbamos a lavar el auto entre los dos, ya que había vomitado dentro del auto y tenía que ayudarme, sin problemas lo hizo, saque unas cervezas del refrigerador y mientras lo lavábamos tomábamos una cerveza, platicábamos de cómo le iba en la escuela, como le iba con sus amigos y en el amor, fue cuando rompió en llanto, claramente lo entendía, en mis tiempos a su edad tenía un comportamiento similar, le decía yo que mujeres le iban a sobrar, pero que tenía que tener una cosa en claro, con cada una iba a ser muy distinto, no buscará lo mismo con todas, iban a ser una dinámica distinta, esa vez se quedó dormido después de cenar, al otro día tenía que ir a la universidad y yo a mi trabajo que quedaba cerca.

Después de ese día la confianza se fue fortaleciendo, el culpaba a su madre por la parte tan autoritaria, yo siempre me reía y le decía que era siempre necesario eso, no podía culpar a su madre, en cierta forma ella me ayudo demasiado y aparte habíamos tenido un fruto maravilloso que era él. Los días pasaban y el poco a poco se iba abriendo, había empezado una relación nueva, yo le hacía burla diciéndole “muy bonita esa mina pero ¿Dónde están esas borracheras que diste a salud de aquella mina de cabello rizado?”, él solo se sonreía y decía “ya vas a empezar”.

Un viernes se quedó en casa, yo llegue del trabajo y él estaba ahí, después de saludarlo y decirle que si no iba a salir me dijo “no pa´, hoy quisiera ver el futbol contigo y platicar un rato”, puta yo me esperaba algo tipo que había embarazado a la mina con la que andaba o algo así pero no, ese día vimos un puebla vs el atlas, corrieron unas cervezas, para ser exactos un cartón de medias, después se acabó el partido y pedimos unos tacos para casa, los bajamos con un sotol que un amigo me había traído de chihuahua y me sorprendió la manera de tomar de mi hijo, pero agradecí porque empezó a sacar cosas que tenía pendientes, me pidió consejos de amor y de desamor… yo solo respondía lo que podía, los tiempos habían cambiado tanto que no tenía una respuesta en base a mi experiencia hasta que me dijo “no lo tomes a mal pa’, hace unos años te hice la misma pregunta y me diste una respuesta pero yo no sabía nada del amor con otra persona que no fuera mi familia y tu respuesta era que fue con mi madre, por eso estaban juntos, quiero que ahora me digas la verdad”, puta para ser sinceros yo jamás me esperaba eso, no era tan fácil como antes de decirle una respuesta y como el carecía de conocimiento podía salirme fácil por la tangente, aparte creo que ya estábamos hablando como caballeros, fue cuando le di un trago directo a la botella de sotol, me olvidé del caballito y le dije “sabes, tuve un amor antes de tu madre, ella me marco mucho, digo no tuve un hijo ni nada, pero fue cuando comprendí el amor, con ella rompí las reglas escritas, pero no tuvo un buen final, ella se fue y después de unas cuantas minas apareció tu madre, que me ayudó muchísimo, pero quizás yo no lo hice tanto como ella a  mi…”, mi hijo se quedó mudo, no dijo nada, solamente entre cerro los ojos y dijo “¿y como ves a tus rayos? ¿Si llegan a finales o no?”, ahí entendí que la respuesta le molesto, pero no quise hacer más drama.

Mi hijo se fue el fin de semana siguiente, era una fiesta de su abuela materna, fue más de a huevo que de ganas, yo le dije que tenía que ir, no porque no quisiera que no estuviera conmigo pero tenía que cumplir con su otra familia, ese fin de semana ganamos un campeonato, nos pusimos una borrachera marca diablo, terminamos en Acapulco, yo estaba bastante borracho y en la playa, la vi a ella, aquella mina que había estado en mi vida antes que su madre, estaba tan bonita como mis recuerdos la dictaban, la vi a los ojos y ella hizo lo mismo, después ella camino sobre la orilla del mar pero estaba sola, yo aproveché e hice lo mismo, después de un breve saludo nos sentamos frente al mar, platicamos tantas cosas que no cabrían en este escrito, ella platicaba de su vida y yo de mi matrimonio fallido y de mi hijo, ella solamente me decía “me hubiera gustado saber que buscabas eso, que no fue un error como muchos decían esa vez que dijiste que tu vida había cambiado, pero yo jamás te imaginaba como un padre, pero veo que te has desvivido por él”… nos quedamos de ver en su ciudad en 3 semanas, era el cumple de ella, pero me la sentencio “si no vas con tu hijo, no vas a ser bienvenido”.

Pasaron los días y yo no dejaba de pensar en ella, le había dicho a mi hijo que íbamos a hacer un viaje de fin de semana, él un poco extrañado me dijo “pero ¿qué vas a hacer con tus partidos?” yo le dije que ya había avisado, ese viernes falto a su universidad y estábamos esperando el avión a las 7 de la mañana, él estaba nervioso, decía muchas cosas y a la vez nada, tipo como yo, llegamos al destino y él seguía diciéndome “¿estás seguro? Pero ¿Qué vas a hacer si no es como lo planeas?” yo solo le decía “no te preocupes, todo está bajo control”, él sonreía y decía, “prometo no decir nada”, yo solo me reía…

Después de instalarnos en el hotel e ir a un par de museos, llegamos a la fiesta, era una casa, los padres de la mina se sorprendieron de verme y ella quizás también, por eso se la paso hablando con mi hijo, como si yo no fuera el invitado, los tragos corrieron y el tiempo también, mi hijo andaba un poco borracho cuando escuche decirle a ella “ahora entiendo porque mi padre hablaba tanto de usted y porque mi madre odiaba tanto esta ciudad”, ella estaba sonriendo, solamente lo escuchaba hasta que de un momento a otro le dijo “¿ya sabes quién es el amor de la vida de tu padre?”, mi hijo solo abrió sus ojos y dijo “pues ahora tengo en claro que mi madre, no lo es”



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